Ricardo Montoya Hernández
En pleno siglo XXI, la tecnología nos invade en cualquier lugar, en nuestro hogar, nuestros objetos personales, la medicina y la educación. La mayoría de los humanos somos dependientes de los aparatos electrónicos, cuyo fin es facilitar la vida. Además, la educación ha tratado de implementar lo más moderno en aparatos para apoyo del aprendizaje y nuestra Centenaria y Benemérita Escuela Normal del Estado de Querétaro "Andrés Balvanera" no es la excepción ya que, desde la solicitud de ingreso se aprecia su actualización tecnológica y directamente en las aulas; proyectores, computadoras, televisores, todo para el apoyo. Sin embargo, en el mes de septiembre la escuela sorprendió a todos los espectadores con una mega pantalla electrónica de tecnología led, los comentarios comenzaron a surgir; “es de la banda” “ahora si se lucieron”. A pesar de que causo asombro, sólo se quedo en comentarios, pero en el mes de octubre volvió a aparecer ante la vista de todos, en el 2º congreso pedagógico regional.
Ciertamente, la mayoría de las personas se asombraron al observar la magnitud de la pantalla, pero puesta en marcha decepciono a más de uno por su poca nitidez en la reproducción de presentaciones; las letras no eran legibles, cosa que es indispensable. Además, a la comunidad estudiantil no se ha informando de su adquisición, pero su frecuente uso nos puede asegurar que la escuela invirtió una fuerte cantidad en esta pantalla que puede ser inútil para algunas necesidades.
Hace pocos meses, nuestro grupo hizo la solicitud de internet inalámbrico en nuestra aula y la respuesta ha sido nula, los únicos pretextos son que no hay mucho capital para invertir. Pero, al indagar + un poco, encontré que un amplificador de señal wifi se encuentra entre los $1000 y $2000 en cambio una mega pantalla se encuentra entre los $200,000.00 y $600,000.00, esto me deja pensado, si realmente se invierte correctamente los recursos que el gobierno canaliza para nuestra institución.